Anatomía y
Fisiología de las lombrices
Evolución y
biología
Los lumbrícidos se
encuentran entre los seres con mayor éxito adaptativo. Su origen
se sitúa en el precámbrico, hace 700 millones de años. Existe
un gran número de familias, especies y subespecies que han ido
ocupando mares, lechos lodosos de lagunas y las capas superiores
de casi todos los suelos del planeta. Pertenecen al phyllum
de los anélidos, animales con cuerpo constituido por una serie de
anillos o metámeros, en los que se repiten los mismos órganos.
Los anélidos comprenden las sanguijuelas, poliquetos y
oligoquetos. Esta última clase reúne más de 1800 especies de
lombrices.
Desde el punto de
vista ecológico, los gusanos de tierra pueden dividirse en tres
grandes grupos: en el primero encontramos a aquellas lombrices que
viven sobre la superficie del suelo (epigeas). Los peligros a las
que están expuestas - depredación, inundaciones, frío,
incendios, escasez de comida- les hizo desarrollar una serie de
adaptaciones para sobrevivir: alta reproducción para compensar
las pérdidas poblacionales, buen apetito para aprovechar al máximo
las ocasionales fuentes de comida (hojas secas, estiércol);
capullos resistentes para preservar los huevos del desecamiento; homocromía
o capacidad para adoptar el color del entorno.
Teniendo en cuenta
estas cualidades adaptativas se comprenderá porque una destacada
exponente de este grupo, la Eisenia foétida, conocida
mundialmente como roja californiana, resultó tan productiva en
cautiverio. Con una provisión regular de alimento y en un
ambiente protegido, come diariamente un gramo de residuos orgánicos
(el equivalente al peso de un individuo adulto), 60% del cual se
convierte en un excelente abono biológico llamado lumbricompost o
humus de lombriz. En las condiciones ideales del criadero
disminuye el letargo - período de descanso para soportar las sequías
y carencias alimentarias- también aumenta la longevidad (de unos
pocos meses en estado silvestre a 16 años en cautiverio).
El segundo grupo lo
ocupan los lumbrícidos que pasan toda su vida en el interior del
suelo (endogeos). Se alimentan de productos que eliminan las raíces
y materia orgánica arrastrada hacia la profundidad por las
lluvias o por otros gusanos e insectos. Al evolucionar en un medio
más estable su tasa de reproducción es baja y no desarrollaron
pigmentos protectores. Constituyen el 20% de la biomasa
Finalmente,
alternando entre la superficie y la profundidad, encontramos al
grupo de los anécicos, uno de cuyos exponentes, la lombriz de
tierra, es sin duda la más conocida y estudiada. Cava galerías
en forma de "U" donde pasa la mayor parte del tiempo.
Por las noches se asoma a mordiscar restos vegetales arrastrándolos
al fondo para devorarlos junto con partículas de tierra. Por eso,
si se quiere tener abundantes lombrices grises, siempre debe haber
una capa de pasto seco sobre la tierra desnuda.
Los anécicos
cumplen un papel muy importante en la aireación y
acondicionamiento del suelo (desmenuzamiento, neutralización del
pH, aporte de bacterias), dejando esos típicos montículos que
muchos confunden con hormigueros. Suministran el 80% de la
biomasa.
Estos tres grupos
se reparten los recursos disponibles. La mayor parte de lo que
ingieren los endogeos es mineral, con los epigeos la relación se
invierte: su alimentación es casi exclusivamente orgánica. Los
anécicos tienen una dieta combinada.
Biología
Los gusanos de
tierra pertenecen al orden de los oligoquetos, del griego oligo
(escaso) y queto (pelo), por alusión a las diminutas filas
de cerdas que recorren su cuerpo en la parte ventral y lateral y
que sirven como elementos de agarre durante el desplazamiento.
Para cavar, la
lombriz contrae los músculos longitudinales, el cuerpo se dilata
agrandando la abertura de la galería. Luego, al contraer los músculos
longitudinales, se adelgaza y desliza. Se han observado lombrices
remover piedras de más de cincuenta veces su peso, o penetrar sin
dificultad en terrenos compactados donde difícilmente puede
clavarse una laya.
Una buena parte del
cuerpo de la lombriz está ocupado por el canal digestivo, tubo
que la recorre de un extremo al otro. A medida que el animal cava
la galería, incorpora tierra y materia orgánica, humedeciéndola
previamente con enzimas para ablandar los tejidos vegetales.
La boca es sólo un
orificio con una cavidad. Los alimentos primero son humedecidos y
predigeridos con un líquido parecido a la secreción del páncreas
humano. Luego son aspirados por la faringe gracias a la poderosa
contracción de sus franjas musculares, haciendo el efecto de una
bomba succionadora.
A continuación
sigue el esófago, que posee glándulas calcíferas encargadas de
neutralizar la acidez de la materia vegetal.
El papo empuja el
alimento a la molleja, donde es molido con poderosas
contracciones. Finalmente en el intestino, se completa el resto de
la digestión y la mayor parte de la absorción.
A pesar de su
sencillez, estos invertebrados tienen un buen desarrollo de su
sistema nervioso, aparato circulatorio, digestivo, excretor,
muscular y reproductor.
Miden desde unos
pocos milímetros, hasta más de un metro, pero la mayoría oscila
entre los dos y veinte centímetros.
El cuerpo de los anélidos
se destaca por presentar una segmentación externa e interna.
Estos segmentos o anillos, (95 la lombriz roja y entre 80 y 150 la
lombriz terrestre), tienen distintas funciones según su ubicación.
La pared del cuerpo
está constituida de afuera hacia dentro por:
- una cutícula, (lámina muy
delgada, generalmente de color marrón brillante)
- Una epidermis, (epitelio simple
con células glandulares que producen una secreción mucosa,
también hay células glandulares que producen una secreción
serosa).
- Capas musculares, (son dos, una
circular externa y una longitudinal interna).
- Peritoneo, (es una capa más
interna y limita exteriormente con el celoma de la lombriz).
- El celoma es una cavidad que
contiene líquido celómico, se extiende a lo largo del animal
y envuelve el canal alimenticio.
El aparato
circulatorio está formado por vasos sanguíneos o corazones contráctiles.
Las lombrices tienen solamente dos grandes vasos sanguíneos, uno
dorsal y uno ventral. Existen también, otros vasos y capilares
que llevan la sangre a todo el cuerpo.
El aparato
respiratorio es primitivo, el intercambio se produce a través de
la pared del cuerpo. El aparato
excretor está formado por nefridios, dos para cada anillo. Las células
internas son ciliadas y sus movimientos permiten retirar los
desechos del celoma.
El sistema nervioso
es ganglionar. Posee un par de ganglios supraesofágicos,
(cerebelo), de los que parte una cadena ganglionar. Estos ganglios
supraesofá-gicos están relacionados por comisuras de unión.
Aunque las
lombrices no logren distinguir las imágenes puede percibir la luz
mediante fotorrecepto-res ubicados en el epitelio.
Tienen gran número
de receptores en la cavidad bucal, los cuales podrían ser los
responsables de los sentidos del gusto y del olfato. Posiblemente
tienen también sensaciones químicas y térmicas.
Las lombrices son
hermafroditas: poseen tanto órganos femeninos como masculinos,
sin embargo, esto no implica la existencia de autofecundación, ya
que los individuos deben cruzarse para intercambiar sus gametos.
Cuando alcanzan la
madurez se aparean una vez a la semana, para ello se ponen en
contacto los segmentos 9 a 11 opuestos al clitelo de la otra. Cada
lombriz coloca los espermatozoides (que salen de sus vesículas
seminales) en las espermatecas de la compañera. Una vez terminado
el intercambio se separan. Los espermatozoides recibidos quedan
latentes hasta el momento de la fertilización.
Sobre el clitelo de
ambas se forma una especie de capullo (ooteca), formado por células
mucosas. Una veintena de huevos se deslizan por un surco hacia atrás
y se introducen en el capullo.
Dentro de la galería
la lombriz se mueve hacia atrás haciendo que el capullo se
deslice hacia delante arrastrando en el camino los espermatozoides
expulsados por los poros seminales.
Cada capullo
contiene entre tres y veinte lombrices y contiene albúmina que
alimenta a los huevos durante la incubación, periodo que dura
entre 14 y 30 días según la temperatura del medio, tardando la
lombriz entre 60 y 90 días en lograr su maduración y estar en
condiciones de acoplarse.
La actividad sexual
de las lombrices rojas disminuye durante los meses muy calurosos o
fríos, siendo la temperatura óptima para el apareamiento los 20º
C.
La lombriz roja se
despoja de la cápsula en un sitio favorable (por lo general cerca
de un depósito de alimento), pero si las condiciones ambientales
se tornaran inapropiadas, por ejemplo una reducción drástica de
la humedad circundante, la eclosión puede demorarse varios meses
sin mengua de la fertilidad.
Esta característica
adaptativa, fue puesta a prueba por nosotros en una serie de
experimentos con cocones para comprobar bajo que condiciones era
posible su envío por correo. Sometimos a diversos grupos de
cocones a sacudidas que simulaban los avatares del transporte o
bien fueron colocados en distintos medios (algodón, tierra, aire)
lográndose la mayor viabilidad con un substrato de humus de
lombriz con una humedad moderada, emergieron entre 4 y 20
lombrices por capullo.
Características
generales de la lombriz roja
En estado adulto,
la longitud media de la lombriz roja californiana está
comprendida entre 5 y 9 cm con un diámetro de 3 a 5 mm, tamaño
que alcanza a los 7 meses de edad. El peso es de un gramo
aproximadamente. Una lombriz consume diariamente una cantidad de
residuos orgánicos equivalente a su peso o a la mitad, según las
condiciones de vida. El 60% de lo que ingiere se convierte en
abono y lo restante lo utiliza para su metabolismo y generar
tejidos corporales.
La lombriz de
tierra vive alrededor de 4 años, la roja 16. La fecundación de
la terrestre es cada 45 días mientras que la roja cada 7 días.
También hay más nacimientos entre las lombrices rojas, 2-20
lombrices por cocón, contra 1 a 4 entre las terrestres.
A diferencia de la
lombriz de tierra que se escapa con facilidad de las instalaciones
de cría, la lombriz californiana permanece en su alojamiento
siempre que no le falte comida o que las condiciones de su medio
se tornen desfavorables.
Patologías de
las lombrices.
La lombriz
californiana es un animal muy confiable dado que no sufre ni
trasmite enfermedades. Tampoco produce impacto ecológico ante una
eventual fuga a un medio natural. En cambio es común encontrar daños
ocasionados por las condiciones de la cuna.
Puede ocurrir que
el hábitat sea alterado por la acción de bacterias, aire, calor
o frío, así como también escasez o abundancia de agua. Otras
causas pueden ser:
- Lesiones e infecciones
producidas por acción de insectos o parásitos, la presencia
de moscas y mosquitos, ciempiés, bichos bolita u hormigas. Si
la lombriz es herida cerca del clitelo puede infectarse y
morir. La muerte del animal provoca una pequeña fermentación
que causa daño a otras lombrices.
- La presencia de sustancias
nocivas en la comida puede provocar una disminución de las
lombrices y una pérdida de peso. En algunos casos afectan la
musculatura de lombrices impidiendo su locomoción o el
apareamiento.
- Intoxicación proteica o "gozzo
ácido". Este es un síndrome desencadenada por la
presencia de un alto contenido de sustancias proteicas (no
transformadas) en el alimento de las lombrices. Al ser
atacadas estas proteínas por las enzimas digestivas de la
lombriz, se produce amonio que inflama al animal y le provoca
la muerte.
Le puede acompañar
un proceso de descomposición debido a la proliferación de
microorganismos cuya actividad genera gases y aumento de la
acidez del medio. Las lombrices se ven entonces obligadas a
ingerir alimentos con una elevada acidez que no alcanza a ser
neutralizada por la limitada secreción de sus glándulas calcíferas.
Por consiguiente, el proceso de fermentación continúa en el
buche y en el ventrículo del animal agravando el estado
inflamatorio.
Los principales síntomas son: abultamiento anormal de la zona
clitelar, que las lombrices se vuelvan rosadas o blancuzcas, que
se queden en el fondo de la cuna y disminuyan su actividad o
mueran, la aparición de ciertos ácaros acidificantes. Cuando
pase esto es necesario controlar el pH de la cuna, removerla con
suavidad para favorecer la oxigenación y suministrar abundante
carbonato de calcio para regular las reacciones ácidas.
Para tener un buen
criadero, es necesario tomar las siguientes normas de prevención:
1. Probar siempre
el nuevo material, poniendo durante dos días algunas lombrices
y controlando su estado de salud.
2. Controlar la
temperatura y el agua.
3. Cuando se
incorporen harinas comerciales o alimentos más fuertes,
echarlos con precaución y en pequeñas cantidades.
Enemigos de las
lombrices
El hombre se
encuentra entre los principales enemigos de la lombriz. En estado
silvestre, las daña con el uso de antiparasitarios, insecticidas
y abonos químicos. En el criadero, los parásitos son un
indicador de un manejo incorrecto por parte del lumbricultor (por
lo general baja humedad y lechos demasiado ácidos).
Los escarabajos,
moscas, ácaros rosa, gorgojos, bichos bolita, babosas, compiten
con las lombrices en el consumo del material alimenticio y alteran
las condiciones del medio. No existen medios físicos eficaces
para su control, salvo evitando que se instalen las colonias de
parásitos mediante un buen manejo de las unidades de cría.
Cierto tipo de hormigas ingiere los
azúcares de los alimentos destinados a las lombrices.
Si se las molesta
un poco humedeciendo la compostera terminan buscándose un sitio más
tranquilo. También se puede disponer sobre el lecho cáscaras de
papa, naranjas o melón para atraerlas y luego retirarlas.
Para eliminar los
gorgojos se recomienda espolvorear la zona invadida con azufre o
utilizar a modo de lanzallamas el quemador normal de gas, tipo
"camping".
Entre los
depredadores directos se encuentran las ratas, ratones,
serpientes, sapos, pájaros, topos, ciempiés, milpiés, y algunos
otros, que pueden causar serios daños en el criadero si no se
colocan defensas apropiadas.
Los pájaros
encuentran a las lombrices con facilidad, excavando la tierra con
sus patas y pico, por lo que el lumbricultor deberá cubrir el
lecho con ramas o redes mediasombra. De este modo se obtendrán
dos beneficios: se protege al plantel del ataque de los pájaros y
se evita la excesiva evaporación manteniendo regulada la humedad.
Las hormigas rojas
y los ratones se comen a las lombrices, pero se los puede mantener
alejados manteniendo una humedad del 80 % en los lechos de cría.
La planaria causa
daños muy importantes en los criaderos comerciales. Se trata de
un pequeño gusano platelminto, de cuerpo plano, de color oscuro
con rayas a lo largo del cuerpo. Este parásito se adhiere a la
lombriz y mediante un tubo absorbe sus líquidos corporales matándola.
Dado que las
planarias se desarrollan y comienzan a depredar a las lombrices
cuando el pH del medio desciende a menos de 7.5 , es recomendable evitar estiércoles viejos (con más de 20
días de haber sido producidos).
Un lumbricultor de Costa Rica, quien ha sufrido ataques de planaria en su
granja, recomienda tener muy buen drenaje en los lechos y pasillos
siendo preferibles los riegos breves y frecuentes que intensos y
distanciados en el tiempo. También ha experimentado con éxito la
colocación de pedazos de plástico para atraer a las planarias
que se juntan debajo buscando refugio y luego destruirlas con cal
viva.
|